Se ha puesto a disposición del Hospital Universitario de la Candelaria una máquina de análisis de COVID-19 y se están fabricando viseras para pantallas de protección para sanitarios.

El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) ha cedido un instrumento de qPCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, traducido del inglés) que facilita el diagnóstico de casos de COVID-19 al Complejo Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC). El citado instrumento, que fue cedido el pasado 27 de febrero, permite realizar 50 pruebas por hora.

El equipo de qPCR, que se utiliza habitualmente en el laboratorio de genómica del ITER, está ubicado en los laboratorios del complejo hospitalario, y permite conocer si una muestra (generalmente recogida a través de las fosas nasales, aunque también puede proceder de boca, de las heces o de la sangre), contiene el virus SARS-CoV-2, y determinar la carga viral de la misma. Estos dos parámetros son esenciales para el diagnóstico y las medidas que deben tomar los profesionales clínicos.

Asimismo, durante la última semana se ha incorporado, además, personal técnico e investigador del área de Genómica del propio ITER, liderado por el Dr. Carlos Flores, a los laboratorios del hospital, de manera totalmente voluntaria y desinteresada.

La idea de la colaboración es apoyar al equipo humano del Servicio de Microbiología del HUNSC durante el proceso de realización de los análisis, con la finalidad de incrementar el número de pruebas realizadas diariamente y de dar un respiro, en la medida de lo posible, a los profesionales que llevan semanas ocupándose de estas tareas.

El personal del ITER que está colaborando con el HUNSC tiene una gran experiencia investigadora en los procedimientos de preparación de las muestras (extracción del ARN vírico), la utilización de las técnicas de PCR requeridas, robots de automatización, así como en el manejo seguro de los Equipos de Protección Individual necesarios para preservar su salud.

La selección de este personal se ha realizado siguiendo una serie de criterios: voluntariedad, formación, experiencia previa, disponibilidad de horarios flexibles, la posibilidad para poder acometer medidas de aislamiento físico en sus domicilios durante los periodos de descanso, y la existencia de contacto con población de riesgo en sus domicilios (personas dependientes, niños, personas jóvenes y mayores con otros factores de riesgo).

Fabricación de pantallas de protección para sanitarios

Por otro lado, personal de diversos departamentos del ITER (Robótica, Electrónica, Informática, Energías Renovables y Medio Ambiente) han iniciado la fabricación de viseras para portar pantallas de protección con objeto de ser utilizadas por personal sanitario durante la situación de crisis derivada del coronavirus.

Constituidos en un equipo de trabajo, utilizando cuatro impresoras 3D del ITER y tres personales que estos trabajadores tenían en casa, se pusieron manos a la obra.

Durante los primeros días se produjeron una media de 20 viseras del modelo validado por los expertos sanitarios, actualmente y con todas las impresoras configuradas y funcionando a pleno rendimiento, se está fabricando a una media de 50 viseras al día.

Gráfica 1.

Gráfica de producción y entrega de las viseras.

Las piezas en cuestión se crean con filamento -hilo de plástico necesario para imprimir en 3D- que han debido adquirir de manera urgente para fabricarlas. Todas las viseras que se fabrican se entregan de manera coordinada a los grupos de reparto para su posterior montaje y reparto en los puntos de recogida.

Además, el grupo de trabajo que se ha formado en ITER está actualmente trabajando en el diseño de una bomba de aire para ser utilizando como alternativa en la construcción de respiradores. Esta bomba se basa en un diseño de piezas y mecanismos para ser impresos en 3D y otros materiales de bajo coste y de fácil acceso. Este trabajo se está realizando en coordinación con los grupos de trabajo a nivel local y nacional. Adjunto enlace a vídeo e imágenes.

En caso de ser necesario, se comenzará también a producir mediante impresión 3D las piezas del prototipo de respirador que se proponga y acuerde como el aceptado por el sistema sanitario nacional para su utilización de manera complementaria a los ya disponibles en el sistema.

Cabe destacar que el trabajo de este equipo comenzó de manera altruista, y con el apoyo de la propia empresa, dependiente del Cabildo de Tenerife. Estas personas entraron a formar parte de grupos conocidos como Coronavirus Makers, en los que detectaron cuál podría ser su labor para ayudar a la sociedad ante esta pandemia. Habida cuenta de las indicaciones del Estado y de la institución insular para trabajar desde casa, la fabricación pantallas estimaron que era la labor más accesible y necesaria.