Este nuevo estudio, en el que participa el Área de Genómica del ITER y que ha sido publicado por la prestigiosa revista científica Nature, revela avances significativos en la arquitectura genética de la COVID-19.

El personal investigador del Área de Genómica del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), dependiente del Cabildo Insular de Tenerife, ha participado en un estudio que aporta nuevos conocimientos sobre la arquitectura genética de la COVID-19 que influyen en su susceptibilidad y gravedad.

Esta investigación ha sido desarrollada en el marco del proyecto internacional COVID-19 Host Genetics Initiative (https://www.covid19hg.org/), del que es socio el consorcio SCOURGE (https://www.scourge-covid.org/), en el que participan instituciones de España y América Latina y que ha recibido financiación del Instituto de Salud Carlos III. La misma representa un gran esfuerzo colaborativo que involucra a expertos de más de 1100 instituciones de todo el mundo incluido el equipo del Área de Genómica del ITER, representado por los expertos Carlos Flores, Jose M. Lorenzo-Salazar y Rafaela González Montelongo, junto a equipos de investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) y la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias (FIISC).

El estudio, recientemente publicado en la prestigiosa revista científica Nature, profundiza en la genética de la COVID-19 mediante la realización de un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) agregando datos genómicos de casi 220.000 pacientes de COVID-19 y más de tres millones de controles.

En este nuevo trabajo se han identificado 51 factores genéticos del genoma humano que están relacionados tanto con la gravedad de la COVID-19 como con la susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2. Estos factores genéticos han revelado información muy valiosa sobre la enfermedad, apuntando a tres vías biológicas principales que determinan la susceptibilidad y gravedad de la COVID-19: el contacto del virus con las células, los mecanismos de defensa de las vías respiratorias, y la respuesta inmunológica del interferón de tipo I. Además, el estudio aporta información acerca del papel de las enfermedades crónicas previas del paciente en el desarrollo de la enfermedad grave, lo que facilita la identificación de las poblaciones más vulnerables.

El estudio abordó tres fenotipos a través de 82 estudios de 35 países. Los fenotipos evaluados incluyeron casos críticos (que requirieron soporte respiratorio o resultaron en fallecimiento; 21,194 casos), hospitalización (49,033 casos) e infección por SARS-CoV-2 (219,692 casos). Cabe destacar que la mayoría de los datos y muestras de pacientes fueron recopilados antes de poner en marcha los programas de vacunación de la COVID-19.

El Dr. Carlos Flores, responsable científico del Área de Genómica del ITER e investigador de FIISC-HUNSC y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), dependiente del Instituto de Salud Carlos III, enfatizó la importancia de este estudio en la lucha contra la pandemia, afirmando: “Este trabajo proporciona una valiosa comprensión de los factores genéticos que influyen en la gravedad de la COVID-19. No sólo permite entender mejor la enfermedad, sino que esperamos que sus resultados permitan también avanzar en la definición de nuevas dianas terapéuticas y la búsqueda de soluciones efectivas a nivel global. Además, hay que destacar la inmensa labor de coordinación que ha supuesto este trabajo al haberse realizado en los momentos más difíciles de la pandemia e implicando actividades de varios miles de investigadores e investigadoras de más de 35 países, lo que añade un enorme valor al estudio”.

Este último estudio representa un hito significativo en la comprensión de la base genética de la COVID-19 y destaca el compromiso de las instituciones canarias con la investigación científica de vanguardia.

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